Aprender y enseñar en la era digital
El obligado recurso a los dispositivos móviles para enseñar
En los momentos que vivimos un porcentaje muy grande
del mundo educativo se desempeña, con experiencia o sin ella,
utilizando dispositivos móviles para enseñar y aprender. Las nuevas
posibilidades que desde hace algún tiempo han abierto estos
dispositivos está logrando superar muchas resistencias a ciertos
estudiantes y profesores. En una sociedad hiperconectada como la
que vivimos, el buen uso de esta enseñanza on line puede llegar a
solventar en gran medida el acuciante problema que se ha presentado
de improviso y de forma repentina a los sistemas educativos de todo
el mundo. Está siendo, desde luego, una oportunidad para dejar
constancia del valor que la educación con estos dispositivos puede
tener en el conjunto de nuestra sociedad y atisbar, con mayor
seguridad, el papel de la enseñanza virtual en los próximos años.
Más, después de haber experimentado una situación como esta. Un
sistema que exige una mayor implicación del estudiante y del
docente que en el modelo de enseñanza tradicional.
De hecho, en los últimos años se
han producido una gran cantidad de experiencias e iniciativas en
todos los sectores y por parte de muchos países que permiten
aceptar, en primer lugar, que el aprendizaje móvil proporciona
conocimiento a individuos, comunidades y países donde el acceso
para aprender era difícil o problemático. Y, en segundo lugar, no
solo que ese conjunto de experiencias mejora el aprendizaje, sino
que enriquece y amplía la forma en que el aprendizaje debe ser
entendido, que es mucho más interesante.
Así lo corrobora una revisión
somera dela literatura actual sobre el tema, la cual permite
concluir que el aprendizaje móvil está llegando a conseguir una
identidad propia, fundamental y sostenible en todo el mundo.
El desarrollo de la tecnología a
lo largo de todo el siglo XXI ha hecho posible que se desarrollen
formas más ambiciosas de aprendizaje móvil, a partir de los
primeros grandes proyectos sobre aprendizaje móvil apoyados en
fondos europeos y el primer Simposio de la UNESCO sobre el Mobile
Learning, que reconocieron que el tema era ya de interés global y
una herramienta potencialmente importante para la transmisión de la
educación en los países en desarrollo.
Desde esta filosofía, es
analizado especialmente para la Geografía, la Historia o para la
solución de problemas de Matemáticas a partir de la vida real y muy
especialmente para el aprendizaje de idiomas, así como para
enriquecer los ambientes de aprendizaje al aire libre. Así, el
aprendizaje móvil enriquece y amplía la forma en que el propio
aprendizaje se entiende.
No obstante, a la comunidad de
aprendizaje móvil le quedan importantes retos por superar que no
son sólo los teóricos y eternamente en litigio entre la pedagogía y
la tecnología, sino otros a superior escala, como son promover la
equidad y la inclusión en muchos lugares del planeta. Los
dispositivos móviles pueden mejorar las condiciones de vida y
permitir determinados aprendizajes a los que no pueden acceder
muchas personas con los medios convencionales en lugares remotos,
facilitar el desarrollo rural, apoyar a la educación a personas con
distintos tipos de discapacidad, entre los que otras tecnologías
han fracasado. Una de las principales conclusiones del famoso
M-Learning Project era que el aprendizaje a través de dispositivos
móviles, además, puede incorporar al sistema educativo a aquellas
personas que fracasaron con los métodos educativos tradicionales,
lo que nos permite mantener que el aprendizaje móvil tiene
potencial para aumentar las oportunidades educativas y los
resultados de la educación.
Florentino Blázquez Entonado
Catedrático Emérito. Coordinador de la Universidad de Mayores de Extremadura