Opinião

Aprender y enseñar en la Era digital
Teorías del aprendizaje para la nueva era. 2: el enactivismo y la cognición distribuida

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Continuando con la teoría del Conectivismo, defendida por Downes y Siemens, a la que nos referíamos en la colaboración anterior, es indudable que los estudiantes actuales se ven influenciados por diversidad de redes, la fuerza de los lazos y su contexto. La nueva incorporación de datos está ocurriendo permanentemente en un proceso de conectar nodos especializados o fuentes de información. Por eso resulta tan importante ser capaces de distinguir entre la información importante y la que no lo es, lo cual se convierte en una de las más importantes tareas del aprender en la sociedad digital.

Los creadores de la teoría, Downes y Siemens establecen, entre otros principios del Conectivismo, que fomentar y mantener las conexiones es necesario para facilitar el aprendizaje continuo, por lo que la capacidad para ver las conexiones entre los campos, las ideas y los conceptos es fundamental. De ello deducen que el aprendizaje y el conocimiento se basan en la diversidad de opiniones.

Con todo ello y a pesar de las críticas a las teorías convencionales por estar ancladas en la persona y su cerebro, Siemens sostiene que el punto de partida del conectivismo también es el individuo. Solo que el conocimiento personal se compone de una red, la cual alimenta a organizaciones e instituciones, las que a su vez retroalimentan a la red, proporcionando nuevo aprendizaje para los individuos.

El Enactismo

Una teoría del aprendizaje, también reciente es el Enactivismo, un término acuñado por Varela, Thompson y Rosch en 1991, que proviene del verbo inglés 'to enact', que significa "evidenciar algo existente y determinante para el presente", por lo que la expresión conocimiento enactivo se refiere a aquello que se adquiere a través de la acción del organismo en el mundo.

Nuestro colega Ángel Pérez destaca las "relevantes aportaciones" del Enactivismo, en lo que se refiere a la idea de conocer en la acción, incluyendo la interacción corporal, experiencial y cognitiva, la naturaleza constructivista del conocer humano ligado a la actividad y la relevancia de ésta para el propio sujeto y para su proyecto vital como experiencia personal.

Según él, el conocimiento enactivo es aquel que se construye en la práctica sobre las habilidades puestas en juego por quienes adquieren tal conocimiento. Un ejemplo sencillo para capacidades motrices puede ser el del aprendizaje para conducir una bicicleta, que se realiza al tiempo de ir conduciéndola. El mismo caso se daría al aprender un deporte, al practicarlo y conocer la entidad de determinados objetos al manipularlos.

Es cierto que se aprende mejor haciendo -recuperando la idea central de J. Dewey, el padre del learning by doing- una idea que los autores intentan aplicar a la producción del conocimiento a través de los sistemas sociales participativos derivados del uso de Internet. Y aunque la construcción del conocimiento va más allá de la metáfora de la conectividad, es cierto que puede permitir más fácilmente que los individuos creen y distribuyan sus propios materiales, colaborando en la red de aprendizajes globales.

La Cognición distribuida o el conocimiento socialmente distribuido

También se recurre a otras teorías educativas que se relacionan con las características de la tecnología y las del diseño de la interacción. Es el caso de la "Cognición distribuida", una teoría explicada por Hutchins en 1995, integrada en el campo de estudio de la Interacción entre él y el ordenador. La teoría de la cognición distribuida sostiene que el aprendizaje es compartido social y comunitariamente puesto que éste no tiene lugar sólo en una mente individual, sino en mentes diversas, en los aportes de muchas personas, cada una con su respectiva influencia contextual y situada.

Así pues, el conocimiento se desarrolla en situaciones de colaboración y colectividad, en las que las personas interactúan y aprenden con otros y con el soporte de la tecnología, mediante la construcción de marcos cognitivos comunes y representaciones compartidas de la realidad. Las conversaciones distribuidas que tienen lugar en torno a los contenidos de wikis, foros, blogs, etc., son ejemplos de este tipo de procesos.

Es decir, el conocimiento socialmente distribuido resalta la idea de que las percepciones, representaciones, memoria y, en general, las proyecciones y los procesos cognitivos están generados, extendidos y apropiados (distribuidos) entre los artefactos y en ese proceso de interacción, se entabla un necesario reconocimiento y representación mutua, una interlocución, un intercambio, una negociación y una apropiación de los procesos cognitivos.

Se trata, por lo tanto, de poner al alcance de los estudiantes mecanismos para interactuar con múltiples servicios y aplicaciones que les permitan manipular, discutir y recrear los contenidos, como sostiene Downes (2010).

Todo ello aporta interesantes consecuencias para el desarrollo de los procesos de aprendizaje y enseñanza directos e inmediatos, lo que facilita que muchas actividades pedagógicas puedan estar centradas en tareas y problemáticas sociocomunitarias y productivas, incorporando las diversas y ricas formas de contexto, con las que se enriquecen los procesos de aprender y enseñar.

Florentino Blázquez Entonado
Catedrático de Didáctica Emérito Universidad de Extremadura
 
 
Edição Digital - (Clicar e ler)
 
 
 
 
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