Opinião

Aprender y Enseñar en la Era Digital
Multiplicación de los espacios de aprendizaje

florentino.jpgAl complejo e ilimitado desarrollo tecnológico que describimos en nuestra colaboración anterior, también se le atribuye la denominación de Era digital porque la digitalización y la automatización han provocado una profunda revolución, caracterizada especialmente por la aparición de innumerables dispositivos electrónicos accesibles y por una expansión espectacular de las redes telemáticas. A través de ellos, los sistemas expertos y la inteligencia artificial aumentan vertiginosamente la interactividad, lo que está posibilitando infinitas posibilidades para innumerables sectores de la sociedad, entre ellos y muy principalmente la educación, si sabemos ponerlas al servicio de la misma.
Además, uno de los rasgos más importantes de esta nueva época de la humanidad es, precisamente, la multiplicación de los espacios y lugares para el aprendizaje. La movilidad y ubicuidad para el acceso al conocimiento y de los entornos personales de aprendizaje están siendo ya piezas fundamentales de los nuevos espacios formativos. Un aprendizaje al que se denomina "aprendizaje sin fisuras" o "aprendizaje sin costuras" (seamless learning), el cual se produce cuando alguien experimenta una continuidad de aprendizaje a través de una combinación de lugares, tiempos, tecnologías o entornos sociales.
En la era digital el espacio tradicional para aprender y enseñar pasa de ser un espacio físico, un simple lugar, a ser una especie de "espacio/nodo" en el que se combinan los espacios físicos y los espacios virtuales y a través del cual el aprendizaje puede producirse en cualquier momento y en cualquier lugar. La conectividad que lo permite ha alterado no solo el sentido y la producción del conocimiento, sino también los espacios y los tiempos del aprendizaje cuestionando, poco a poco, la organización social que es la escuela.
Sucede, como todos sabemos, que el acceso a la red se hace cada vez más móvil, demostrado por los datos de cuota de mercado de los terminales móviles que están enterrando al teléfono fijo en todo el mundo civilizado. Debido a ello, el presente y el futuro inmediato del aprendizaje van a estar mediados por la movilidad y la ubicuidad. La ubicuidad, sobre la que fijaremos la atención en otra entrega de esta serie dedicado al "aprendizaje móvil", conlleva una especial capacidad para la flexibilidad y adaptación a conceptos diversos y en constante movimiento. Estas posibilidades, que son características tan representativas de esta nueva era, están avanzando geométricamente, ya que cada vez hay más centros conectados a la red, más profesores interesados en el tema y más alumnos que llegan a las aulas que ya van estando inmersas en un mundo que sienten que les pertenece.
Un mundo nuevo reforzado por el que se denomina "Internet de los objetos" o "Internet de las cosas" (Internet of Things), que se refiere al conjunto de objetos del mundo físico conectados a la Red, que permitirá con total facilidad una enorme cantidad de tareas. Así será posible que el frigorífico nos avise de la fecha de caducidad de los alimentos que contiene, que las zapatillas para hacer deporte registren el ejercicio físico que realicemos cada día o que el cepillo de dientes nos avise de cualquier pequeña caries y pida por nosotros cita en el odontólogo. En definitiva, una revolución en las relaciones entre los objetos y las personas que, a la vez, facilitarán infinitas posibilidades de aprendizaje.

Florentino Blázquez Entonado
Profesor Emérito. Coordinador del Programa de Mayores de la Universidad de Extremadura
 
 
Edição Digital - (Clicar e ler)
 
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