Opinião

Cartas desde lá ilusion
Juan A. Castro PosadaQuerido amigo:
Una vez más vuelvo a enlazar esta carta con una de las ideas fundamentales de mi mensaje del mes anterior. Puedes recordar que, en mi escrito del mes pasado, yo abogaba por "resaltar la importancia de que, más allá de las propuestas y/o directrices de las políticas educativas estatales, funciona (¡y vaya si funciona!) la política educativa de cada centro".
Pues bien, días atrás he encontrado una noticia que puede ser considerada como sorprendente, pero que, en realidad, se refiere a una realidad que debería ser tan cotidiana como nuestra práctica educativa en el centro un día tras otro. Por eso pienso que, más que sorprendente, debería ser una noticia habitual entre los educadores. Se refiere, sin más, a un centro educativo que se ha colocado en la cúspide de la eficiencia con un planteamiento tan simple como esperado: en este centro educativo todas las propuestas y actividades giran en torno a lo que desde siempre debería haber sido y deberá ser el centro de la consideración de los sistemas educativos, es decir, en torno al alumno (¡vaya descubrimiento!).
No sé cuántas veces habremos comentado desde esta "tribuna" la necesidad de realizar todas nuestras actividades educativas centrándonos en los alumnos y en sus necesidades. Sean cuantas fueren, lo cierto es que lo único que necesitamos los profesores es ponernos a trabajar en este sentido. Sabemos que esto funciona, que esto es lo que pide la sociedad, que esto es lo que necesitan nuestros alumnos de cara a su desarrollo de futuro, que esto es lo que debería ser prioritario en el devenir de nuestras actuaciones educativas con nuestros alumnos… Lo sabemos.
El problema es ¿estamos realmente convencidos de ello? Porque si estamos convencidos, nuestra actitud nos llevará a actuar en consecuencia…
Sigo convencido de que es el único camino posible del cambio.
Como aseguraba la directora del centro al que he hecho referencia más arriba (Saunalahti School, en Finlandia… ¿dónde iba a ser si no?) "puede ser que seamos la única escuela del mundo que lleva a cabo un plan de aprendizaje individualizado para cada niño".
Sigo preguntándome: ¿por qué en determinados países (léase Finlandia, Singapur, etc.) se puede realizar semejante plan individualizado para cada niño y no se puede realizar en nuestro país?
Sigo preguntándome, también: ¿por qué los profesores/maestros de la escuela unitaria en nuestro país de hace un siglo (hasta mediados del siglo pasado) eran capaces de llevar a cabo un plan de aprendizaje individualizado para cada niño… y los profesores/maestros de nuestras escuelas actuales no conseguimos hacerlo? ¿Quiere esto decir que no estamos capacitados los profesores de nuestro país para realizar semejante plan individualizado para cada alumno? ¿O, por el contrario, tenemos que aceptar que estamos "dotados" de una inercia que nos incapacita -a pesar de nuestra capacitación profesional- para llevar a cabo semejante reto?
Si esto es así, es decir, si nos sentimos incapacitados -a pesar de nuestra preparación- para llevar a cabo semejante plan, creo que nuestro sistema educativo es un auténtico insulto, no sólo a los alumnos que "sufren" nuestra actuación educativa, sino a la sociedad entera en general.
Frente a este problema, el resto de las cuestiones que actualmente se están debatiendo, o meramente considerando, en nuestra sociedad, tales como la necesidad o no de los libros de texto, la necesidad o no de promover los deberes escolares después del horario en el centro educativo, la necesidad o no de las actividades extraescolares, la necesidad o no de la implicación de los padres en las actividades del centro, etc., me parecen altamente triviales…
Hasta la próxima, como siempre, ¡salud y felicidad!


 
 
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