Cartas desde lá ilusion
Querido amigo:
Una vez más vuelvo a enlazar esta
carta con una de las ideas fundamentales de mi mensaje del mes
anterior. Puedes recordar que, en mi escrito del mes pasado, yo
abogaba por "resaltar la importancia de que, más allá de las
propuestas y/o directrices de las políticas educativas estatales,
funciona (¡y vaya si funciona!) la política educativa de cada
centro".
Pues bien, días atrás he
encontrado una noticia que puede ser considerada como sorprendente,
pero que, en realidad, se refiere a una realidad que debería ser
tan cotidiana como nuestra práctica educativa en el centro un día
tras otro. Por eso pienso que, más que sorprendente, debería ser
una noticia habitual entre los educadores. Se refiere, sin más, a
un centro educativo que se ha colocado en la cúspide de la
eficiencia con un planteamiento tan simple como esperado: en este
centro educativo todas las propuestas y actividades giran en torno
a lo que desde siempre debería haber sido y deberá ser el centro de
la consideración de los sistemas educativos, es decir, en torno al
alumno (¡vaya descubrimiento!).
No sé cuántas veces habremos
comentado desde esta "tribuna" la necesidad de realizar todas
nuestras actividades educativas centrándonos en los alumnos y en
sus necesidades. Sean cuantas fueren, lo cierto es que lo único que
necesitamos los profesores es ponernos a trabajar en este sentido.
Sabemos que esto funciona, que esto es lo que pide la sociedad, que
esto es lo que necesitan nuestros alumnos de cara a su desarrollo
de futuro, que esto es lo que debería ser prioritario en el devenir
de nuestras actuaciones educativas con nuestros alumnos… Lo
sabemos.
El problema es ¿estamos realmente
convencidos de ello? Porque si estamos convencidos, nuestra actitud
nos llevará a actuar en consecuencia…
Sigo convencido de que es el
único camino posible del cambio.
Como aseguraba la directora del
centro al que he hecho referencia más arriba (Saunalahti School, en
Finlandia… ¿dónde iba a ser si no?) "puede ser que seamos la única
escuela del mundo que lleva a cabo un plan de aprendizaje
individualizado para cada niño".
Sigo preguntándome: ¿por qué en
determinados países (léase Finlandia, Singapur, etc.) se puede
realizar semejante plan individualizado para cada niño y no se
puede realizar en nuestro país?
Sigo preguntándome, también: ¿por
qué los profesores/maestros de la escuela unitaria en nuestro país
de hace un siglo (hasta mediados del siglo pasado) eran capaces de
llevar a cabo un plan de aprendizaje individualizado para cada
niño… y los profesores/maestros de nuestras escuelas actuales no
conseguimos hacerlo? ¿Quiere esto decir que no estamos capacitados
los profesores de nuestro país para realizar semejante plan
individualizado para cada alumno? ¿O, por el contrario, tenemos que
aceptar que estamos "dotados" de una inercia que nos incapacita -a
pesar de nuestra capacitación profesional- para llevar a cabo
semejante reto?
Si esto es así, es decir, si nos
sentimos incapacitados -a pesar de nuestra preparación- para llevar
a cabo semejante plan, creo que nuestro sistema educativo es un
auténtico insulto, no sólo a los alumnos que "sufren" nuestra
actuación educativa, sino a la sociedad entera en general.
Frente a este problema, el resto
de las cuestiones que actualmente se están debatiendo, o meramente
considerando, en nuestra sociedad, tales como la necesidad o no de
los libros de texto, la necesidad o no de promover los deberes
escolares después del horario en el centro educativo, la necesidad
o no de las actividades extraescolares, la necesidad o no de la
implicación de los padres en las actividades del centro, etc., me
parecen altamente triviales…
Hasta la próxima, como siempre,
¡salud y felicidad!