CRÓNICA
Cartas desde lá ilusion
Querido amigo:
Ya estamos metidos de lleno en el
curso, y, como en años anteriores, he comenzado a desarrollar un
programa de educación y desarrollo de la inteligencia emocional de
mis alumnas/os.
Como siempre, he comenzado con un
ejercicio de autoconocimiento (un "collage" dedicado a mostrar cómo
es cada uno tanto a sí mismo como al resto de compañeras/os), pero
este año voy a girar un poco y centrarme más en el tratamiento de
la emocionalidad en relación con la agresividad.
La razón es que a veces surgen
noticias sobrecogedoras de niños o adolescentes que se suicidan por
causa del padecimiento que les provoca el acoso escolar o
"bullying". Lo más estremecedor es que estas conductas suicidas
empiezan a aparecer más tempranamente, como en el caso del niño de
11 años que se suicidó hace unos pocos días porque "no quería
volver al aula".
Por otra parte, nunca podemos
perder de vista que el "ciberacoso" es una realidad muy dañina
entre nuestras/os alumnas/os.
Dado que no podemos estar
ejerciendo de "policías" con nuestros alumnos, creo que nuestra
mejor contribución a la erradicación de este problema es el trabajo
diario de la realidad y los problemas de la agresividad, ya sea
manifiesta, o sea larvada u "oculta". Es cierto que estamos en una
sociedad que fomenta la agresividad y esto es un factor añadido que
hemos de tener siempre presente.
Por todo ello, mi plan consiste en
conseguir que mis alumnas/os se acepten a sí mismas/os, como te
decía en mi carta anterior, partiendo del supuesto de que la
aceptación de sí misma/o ha de generar una sinergia de aceptación
de los demás, eliminando pretensiones de superioridad por parte de
las/los alumnas/os que pueden generar conductas agresivas.
Estoy convencido que el desarrollo
y mantenimiento de actitudes de respeto, de confianza, de
camaradería/amistad, de ayuda mutua, etc., se encuentra en la base
de un fortalecimiento de las personas y de las relaciones sociales
entre ellas, y, por consiguiente, también en la base de la
eliminación de las conductas agresivas.
Por eso, seguiré practicando los
principios del aprendizaje cooperativo (o colaborativo) como base
fundamental de mi actuación, tratando de conseguir que cada una/o
de mis alumnas/os aporte lo mejor de sí misma/o.
Junto con esta base de aprendizaje
cooperativo, trataré de promover la transparencia en las relaciones
interpersonales porque creo que es el ocultismo y la falta de
transparencia en dichas relaciones lo que se encuentra en la base
de cualquier tipo de acoso escolar. Por eso, intentaré crear un
clima de acogida por parte de todos en relación con los demás,
generando un ambiente de optimismo y satisfacción por el trabajo
realizado y por los éxitos grupales, así como de orgullo por la
pertenencia al grupo y por la contribución de cada una/o al
desarrollo de todos sus compañeros.
Voy a sugerir un lema para nuestra
actuación diaria que puede concretarse, más o menos, en la
expresión siguiente: "¿Cómo puedo ayudar yo hoy?". De esta manera,
cuando surja alguna dificultad, sea personal o grupal, trataré de
activar el "dispositivo de ayuda" por parte de todos... Espero que
esto resulte suficientemente eficaz como para mantenerlo a lo largo
de todo el curso. Soy consciente de la dificultad que puede suponer
para algunos alumnos aceptar ser ayudados, pero trataré de generar
situaciones en las que unos u otros (y, al final, todos) sean
capaces de experimentar la necesidad de ser ayudados y, en
consecuencia, aprendan a solicitar la ayuda como algo normal en la
vida del aula (y espero que esto sea fácilmente transferible a su
comportamiento fuera del aula), e, incluso, que lleguen a sentirse
satisfechos por haber sido capaces de aceptar la ayuda y haber sido
ayudados.
Sabes que una de mis convicciones
básicas es que el optimismo y el sentido positivo ante la vida, las
personas, los acontecimientos y la cosas es la base del éxito
personal desde todos los puntos de vista. Espero que mis alumnos
lleguen al final de este curso con una sensación intensa de haber
conseguido el éxito que estamos buscando, tanto desde el punto de
vista personal como grupal.
Hasta la próxima, como siempre, ¡salud y felicidad!