Opinião

Crónica Salamanca
Perspectiva internacional de la universidad

Hernandez DiazHace unos días se nos informaba que la Vicerrectora de Internacionalización de la Universidad de Salamanca, María Ángeles Serrano, firmaba en China varios acuerdos de colaboración científica y lingüística con centros universitarios del lejano oriente: Cantón, Zheijiang, Heilongjiang, entre otros. También de la celebración del día de Europa, o de la participación del Rector en el Foro para la Enseñanza del Español en Madrid. Es frecuente y reconocida la actividad del Centros de Estudios de Brasil, o de las diferentes colaboraciones con el Centro de Restudios Ibéricos. No pasa un día sin que se haga realidad la presencia o salida hacia otros países de profesores e investigadores, de estudiantes, de nuestro entorno próximo, de Iberoamérica de manera intensa y frecuente, de todas partes. La internacionalización es una seña de identidad de la universidad de nuestro tiempo, inconfundible y necesaria.

A la institución universitaria del siglo XXI se le pide ahora, como en toda etapa histórica anterior desde su nacimiento en el siglo XIII, ser un organismo vivo y abierto al exterior, para aportar profesionales formados al nivel más elevado, difusión del conocimiento y la cultura superior, crear investigación y avances en la ciencia sin adjetivos (o con ellos), fomento de la tecnología y el desarrollo socioeconómico allí donde se instala, ser una institución educadora al fin. Y al mismo tiempo se le pide estar al día, innovación científica y pedagógica,  recibir del exterior flujos nuevos de ideas, y  aportaciones científicas innovadoras en todas sus disciplinas. Desde luego, la capacidad de atracción que logre conseguir, la receptividad de profesores y estudiantes de otros países, es expresión de identidad de las universidades europeas desde hace ya más de tres décadas, pero lo es en todas aquellas universidades del mundo que puedan considerarse como más prestigiosas.

¡Pobres de aquellas universidades que sean percibidas por el observador (estudiante, profesor, investigador, ciudadano, político)como un corralito! Y ello aunque manejen instrumentos digitales de largo alcance y se adornen con presentaciones y páginas web atractivas y muy llamativas en su formato visual. En nuestro mundo global no hay nada más empobrecedor que una universidad localista, provinciana, en la que todo se guisa, se compone y se come en un circuito muy próximo y reducido. Es lo más alejado del principio creador de una universidad. Y lamentablemente encontramos muchos ejemplos en el mundo, también algunos en España, donde se llama universidad a un espacio reducido en lo físico, pero sobre todo en lo mental, donde el familiarismo y la excesiva proximidad reducen las perspectivas científicas y profesionales. Podríamos mencionar alguna universidad pública entre las existentes, y varias más privadas, que han nacido terciadas con ese estigma del productivismo inmediato sin alcanzar a vislumbrar la perspectiva formativa y científica que genera un flujo habitual de relaciones internacionales con otras universidades fuera de las fronteras de proximidad.

Hoy se les exige a las universidades,  por parte de la sociedad y el contexto que las entorna,  y también por otros organismos externos de evaluación institucional, casi como condición de ser y de supervivencia, que gocen de evidencias y elementos personales y organizativos que hagan visible esa dimensión internacional, que parece consustancial a la identidad universitaria en su devenir histórico.  Una universidad debe ser y estar lo más alejada posible de un circuito cerrado, si quiere tener larga vida y éxito reconocido.

La clave principal del éxito en esta dimensión internacional de la universidad, de nuestros centros de educación superior,  se encuentra en la conjunción de esfuerzos para acoger como profesores permanentes a los mejores (vengan de donde fueren), para ofrecer a los estudiantes de todo el mundo (principalmente a los de posgrado y doctorado) una formación de alta calidad, pero también para organizar servicios y programas de atención estudiantil bien diseñados y asequibles en su coste económico.

Los profesores son el punto de partida de la oferta de universalidad de la universidad (su propio nombre lo dice de forma expresa), por lo que deben poseer, además de formación científica y pedagógica,  altura de miras y de largo alcance, visitas, estancias en el exterior, y formación compartida con otras universidades reconocidas, ubicadas en países que han construido una política científica sólida y universalista. Intercambios frecuentes y viajes a otros países y universidades, compartir proyectos conjuntos de investigación, publicaciones en editoriales y revistas distantes del manejo de proximidad, participación en congresos internacionales, forman parte de la actividad necesaria y habitual de un profesor universitario en nuestros días.

Los estudiantes deben tener oportunidad y apoyos para salir, estudiar e intercambiar con otras universidades del exterior, y deben encontrar receptividad en nuestras universidades para acogerlos con dignidad y atenciones académicas. Si su experiencia formativa resultó positiva entre nosotros un día, luego se van a convertir en los mejores embajadores allá donde se encuentren. Porque el boca a boca, la comunicación de proximidad suele ser la más eficaz e influyente en la recomendación, enla toma de decisiones sobre la elección de universidad para estudiar y formarse. Un ejemplo visible y reciente, entre muchos otros, lo encontramos en nuestra Universidad de Salamanca con el estudiante japonés Eikichi Hayashiya, que lo fue en los años 1940, vino más tarde como Embajador de Japón en España, y fue principal promotor del Centro Cultural Hispano Japonés ubicado en Salamanca, que se inauguró en 1999 con la especial colaboración de muchas grandes empresas japonesas, a partir de la gestión eficaz del embajador de Japón en España, pero también de la Universidad de Salamanca en Japón.

De ahí que una universidad con vocación internacional de nuestros días, para atender e impulsar sus principales obligaciones, debe prestar una atención muy destacada a los servicios y programas de apoyo a todas las actividades externas e internacionales, sean éstas de ámbito europeo, latinoamericano, asiático, africano, o norteamericano. La universidad, hoy más que nunca, debe superar las fronteras convencionales que existan, porque la ciencia y la cultura deben ser universales.

 
 
Edição Digital - (Clicar e ler)
 
 
Unesco.jpg LogoIPCB.png

logo_ipl.jpg

IPG_B.jpg logo_ipportalegre.jpg logo_ubi_vprincipal.jpg evora-final.jpg ipseutubal IPC-PRETO