Aprender y Ensiñar en la era digital
Una mirada crítica al poderío de la Red (II)
Alertados por los datos que
apuntábamos en la anterior colaboración, autores de prestigio como
Vargas Llosa censuran asiduamente a Internet como causa y síntoma
de la homogeneización y la trivialización de la cultura. O la
superficialidad que denunciaba Carr en su libro Superficiales. ¿Qué
está haciendo Internet con nuestras mentes? " Como el propio título
sugiere, Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos
aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa".
Internet nos desvía de formas de pensamiento que requieren
reflexión y contemplación, "nos convierte en seres más eficientes
procesando información pero menos capaces para profundizar en esa
información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que
nos uniformizan", dice Nicholas Carr.
Otros, como la crítica social Astra Taylor, opinan que seguramente
Internet está agudizando las desigualdades económicas y sociales en
vez de ponerles remedio. La neutralidad de la red, según ella, es
solo el comienzo para asegurar acceso y representación igualitarios
online, ya que las condiciones económicas de fondo y los
imperativos comerciales de siempre no han cambiado... Lo que ha
sucedido hasta ahora, dice, no ha sido una revolución sino un
"reordenamiento": los magnates de Hollywood han sido eclipsados por
los del Valle del Silicio, un puñado de gigantes como Amazon,
Apple, Google, Facebook…
En otro sentido, pero también muy crítico con la red, el editor y
crítico social Leon Wieseltier publicaba hace un par de años en un
prestigioso diario norteamericano una enérgica condena del
"tecnologicismo". Y al examinar de cerca el credo del Silicon
Valley, nos descubría "su incoherencia básica": una filosofía
quimérica que engloba una torpe amalgama de creencias, entre ellas
la fe neoliberal en el libre mercado, la confianza maoísta en el
colectivismo, la desconfianza libertaria en la sociedad o la
creencia evangélica en un paraíso venidero…
Así pues, las dudas sobre la revolución digital y sobre la
luminosa visión que mucha gente tenía del famoso valle cuenta con
destacados detractores incluso en Estados Unidos, un país de
fanáticos de los aparatos tecnológicos. Se acusa con cierto
fundamento al puñado de empresas californianas que están
transformando el mundo a su antojo. Se están encargado de remodelar
el mundo "a su imagen y semejanza.."
Recientes ataques contra importantes compañías han puesto de
manifiesto que en este mundo superconectado cualquier alteración en
el sistema puede colapsar o dejar sin servicio a otras importantes
corporaciones o instituciones de todo el mundo, dejando entrever
demasiadas grietas de seguridad, como constatan los medios
informativos de todo el mundo.
Es innegable que todo este trasiego puede generar estrés,
ansiedad, confusión o superficialidad, una consecuencia de estar
"always on", es decir, permanentemente conectados.
Florentino Blázquez Entonado
Profesor Emérito. Coordinador del Programa de Mayores de la Universidad de Extremadura