Opiniao

Crónica
La universidad en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible

En el año 2015 se reúnen en la ONU un grupo destacado de líderes internacionales para acordar compromisos orientados a terminar con la pobreza en el mundo, proteger el planeta y asegurar la posteridad para las generaciones actuales y venideras. El reto era conseguir todo eso en 15 años, para el 2030, logrando así transformar el mundo.

Desde el acuerdo general se formulan 17 objetivos a cumplir, que pasan a denominarse como los famosos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

La mayoría de ellos tienen un carácter transversal, es decir, que afectan a un número importante de ámbitos relacionados con la vida social y pública de los ciudadanos (por ejemplo, agua, salud, energía, consumo responsable, ecosistemas, ciudades sostenibles), y alguno se centra de forma explícita en la educación de calidad para millones de ciudadanos del mundo. Parece obvio preguntarse si la universidad goza de espacio de intervención en este gran proyecto mundial, si puede ofrecer algo que haga posible el cumplimiento de mencionada agenda 2030.

Hace unos días tuve la oportunidad de participar como invitado en el Seminario sobre "El papel de la universidad en la agenda 2030", organizado por la Secretaría General Iberoamericana, presidida por la Dra. Rebeca Grynspan, de Costa Rica, y celebrado en el Colegio Mayor Fonseca de la Universidad de Salamanca. A esta reunión de trabajo asiste un cupo de 70 cualificados expertos del ámbito universitario iberoamericano, procedentes de universidades de México, Perú, Colombia, Argentina, Chile, Guatemala, además de otras varias de Portugal y España.

Los debates quedaron organizados en torno a cuatro grupos de trabajo, capaces de formular preguntas y propuestas sobre el camino que debe recorrer nuestra universidad en la perspectiva del año 2030, para lograr cumplir los objetivos de aquella agenda: investigación e innovación al servicio de la Agenda 2030; la formación académica para el desarrollo sostenible; la universidad como espacio para la transformación social; la universidad como lugar de encuentro y alianzas para el desarrollo sostenible.

Las aportaciones y propuestas fueron muchas, solventes y dignas de ser recomendadas a las universidades de todo el mundo, en especial el iberoamericano, pero no caben por ahora en el limitado espacio aquí disponible.

La idea central de la agenda 2030, lo que debe llamar nuestra atención y reflexión, es que las grandes organizaciones internacionales son conscientes de la finitud de nuestro planeta, en un plazo más corto del deseable, si no se modifican las actuales condiciones de vida, y que la ciudadanía y sus instituciones deben asumir también su cuota de responsabilidad para lograr preservar el mundo que tenemos, aunque no de cualquier manera. En este caso la universidad, a la que se pide que actúe.

Y para no proponer en abstracto y de manera difusa, la universidad debe ser capaz de ofrecer respuestas desde cada una de las grandes misiones que la sociedad le ha atribuido como institución pública: la formación de profesionales, la creación de conocimiento y la difusión de la cultura al más alto nivel.

Es evidente que hablamos de la universidad pública, como servicio, y no de la universidad particular que busca el negocio. Por ello, creemos es posible introducir mejoras sustantivas, por ejemplo en la investigación que se emprende en la universidad, cuando se propugna por un desarrollo sostenible.

Una propuesta válida, que fue consensuada en este Seminario, es que se logre ante los organismos y programas públicos de financiación de la investigación, sean éstos europeos, nacionales o autonómicos, que los temas de proyectos de investigación relacionados con el desarrollo sostenible, con la aceptación de la agenda 2030 tengan reservado un espacio y financiación propia, con identidad, con evaluación específica y diferenciada, dando oportunidad a la composición de grupos con sesgo interdisciplinar, tan decisivo en un ámbito cono el del desarrollo sostenible. Es decir, lograr que todo lo relativo al desarrollo sostenible no sólo deje de ser un demérito (como ahora mismo sucede), sino que sea computado como un valor añadido en la selección y apoyo a proyectos.

Y al igual que hemos comentado un aspecto del debate mantenido en la sección de investigación de este Seminario, en otros grupos surgieron propuestas bien interesantes, que tal vez podamos desgranar en otro momento, pero todas ellas orientas al desarrollo sostenible desde lo que puede aportar una universidad pública de la geopolítica iberoamericana y mundial.

Volveremos sobre ello.

 
 
Edição Digital - (Clicar e ler)
 
 
 
 
Unesco.jpg LogoIPCB.png

logo_ipl.jpg

IPG_B.jpg logo_ipportalegre.jpg logo_ubi_vprincipal.jpg evora-final.jpg ipseutubal IPC-PRETO