El conjunto de aportaciones que
venimos haciendo en este espacio intenta mejorar la comprensión,
asimilación y provecho de las tecnologías de la Comunicación y la
integración didáctica de las mismas. Y si la invasión de las
tecnologías ha revolucionado muchos ámbitos, entre ellos
particularmente el del conocimiento, también lo ha hecho con las
teorías que describen los principios y procesos de la aprensión de
ese conocimiento, el aprendizaje.
Hasta la llegada en firme de las tecnologías las tres grandes
teorías de aprendizaje estudiadas en el ámbito de la enseñanza eran
el conductismo, el cognitivismo y el constructivismo. Sin embargo,
en un marco modelado actualmente por modelos conexionistas, redes
de aprendizaje y comunidades virtuales, parece que con ellas solas
no se explican plenamente los procesos de aprehensión del
conocimiento.
Frente a la idea de enseñar como transmisión de conocimientos,
debe hablarse ahora de "la construcción de conocimiento". Es
fundamental repensar la relación entre la educación y las prácticas
que exige la creación de conocimiento, como tratamos de hacer en
nuestra publicación sobre "La Evaluación en la Era Digital" (Ed.
Síntesis).
Y sobre esta idea se han construido interesantes planteamientos y
teorías, como las que desde principios del siglo XXI comenzaron a
postular algunos autores comenzando a conformar una especie de
cuarta teoría del aprendizaje, cuyo concepto clave son las
conexiones que se establecen a través de la red.
Efectivamente, la que podríamos llamar "Teoría del aprendizaje
para la era digital", fue propuesta por Stephen Downes y George
Siemens, los cuales tratan de explicar el aprendizaje complejo en
una sociedad digital en rápida evolución. El propio Siemens, en un
artículo de 2004 titulado "Connectivism. A learning theory for the
digital age", parte de las condiciones de la sociedad actual
conectada en red, para realizar una aproximación totalmente nueva
al aprendizaje que tiene lugar en las redes y que redefine el papel
de los educadores en un mundo progresivamente conformado por
estructuras en red.
El autor canadiense cree que en este mundo nuevo, conectado en
red, las teorías tradicionales del aprendizaje carecen de capacidad
explicativa al excluir el aprendizaje que ocurre fuera de la
persona, por lo que defiende el carácter individual del mismo. Y
como consecuencia, opina que el tipo de instrucción que se impartía
en las escuelas no preparaba a los jóvenes para enfrentarse con los
cambios que supone la era digital. Por eso considera necesario un
replanteamiento de las teorías con un doble objetivo: primero, que
sean capaces de describir el aprendizaje que tiene lugar en las
redes y segundo, que redefina el papel de los educadores en un
mundo progresivamente definido por estructuras en red. Así nace el
llamado "Conectivismo" o, como merecidamente se la denomina,
"Teoría del aprendizaje para la era digital".
El Conectivismo reúne aspectos de la neurociencia, de la teoría de
redes, de los sistemas adaptativos complejos y otras teorías
afines. Respecto a las teorías de aprendizaje convencionales de la
Psicología de la Educación se ha apoyado particularmente en el
constructivismo. Hasta el punto de que, para algunos, el
Conectivismo es como una versión actual del constructivismo, al
tomar en consideración el contexto digital ilimitado de los
intercambios humanos.
Según los autores de esta teoría, el aprendizaje puede ocurrir
fuera del sujeto, pudiendo residir en dispositivos no humanos. Y
una parte del mismo se produce a través de las conexiones dentro de
las redes. El modelo utiliza el concepto de una red con nodos y
conexiones para definir el aprendizaje como representamos en el
gráfico adjunto.
Para algunos autores, tanto el Conectivismo como el Aprendizaje
Ubicuo (del que algún día trataremos) han roto barreras espaciales
y temporales dentro de la experiencia del aprendizaje, apoyándose
en dispositivos conectados entre sí, dándose en diferentes
escenarios a la vez. La información y el conocimiento están al
alcance de forma inmediata, generando nuevas prácticas sociales y
lingüísticas en la vida cotidiana de los sujetos a través de la
interconectividad en red.
Así pues, el aprendizaje se supone con la creación de nuevas
conexiones y la capacidad de operar entre las redes al alcance de
cada uno. Es decir, para el Conectivismo el aprendizaje posee un
carácter relacional, de modo que la capacidad de aprender depende
de la riqueza cultural que irradie el contexto social en que se
encuentre el individuo.
Florentino Blázquez Entonado