Opinião

Aprender y enseñar en la era digital
La Evaluación entendida como diálogo

florentino.jpgSiempre hemos mantenido en nuestra práctica y teoría docente que en los procesos de enseñar y aprender la mejor metodología es la más variada. Esto mismo sirve para los procesos de evaluación, en los que debe utilizarse la mayor variedad de estrategias o instrumentos posibles. Tantos como en cada caso exija la actividad a evaluar y, a ser posible, la particularidad del alumnado.
La combinación de estrategias, técnicas e instrumentos es una buena alternativa para resolver la brecha existente entre las nuevas maneras de aprender y evaluar en el siglo XXI con las demandas propias de los sistemas educativos de las que en estas colaboraciones se ha venido hablando.
En nuestro libro Evaluar en la era digital (Ed. Síntesis) defendemos la utilización cada vez más frecuente en las tareas de evaluación de los conceptos de diálogo, negociación, compromisos, adaptación mutua, etc. Todo este argot debería formar parte de los miembros que interactúan en los centros docentes para conseguir el efecto de que los mismos juicios evaluadores se conviertan en actos educativos de aprendizaje y de guías para orientar la práctica, como ya defendíamos a principios de este siglo en La evaluación como proceso de diálogo. Porque la dialogicidad como método imprescindible para cualquier tipo de acción comunicativa, ha tenido poderosos referentes como Freire o Habermas. Y entre los temas puestos de moda por las diversas ciencias sociales en las últimas décadas del siglo XX, el del valor del diálogo fue, sin duda, uno de ellos.
De la etnografía, de las ciencias sociales en general y de las corrientes que proponen la evaluación democrática, proviene la evaluación basada en el diálogo y en la negociación. Una negociación que en el ámbito pedagógico reúne unas características específicas e implica una mayor participación personal de todas las partes tratando de configurar una evaluación producto del interés común del evaluador y del evaluado, que tiende a considerar el interés social y público por encima de los intereses privados de los individuos.
La propia concepción de los estudiantes como participantes más activos de su aprendizaje lleva implícito un cambio en la forma de evaluar el dominio de las materias, lo cual conduce hacia métodos más participativos, en los que los estudiantes ayudan a definir las competencias, los objetivos, y las habilidades para cuya consecución trabajan.
Para que podamos hablar de una evaluación democrática, un principio básico es fundamentarla sobre un proceso de negociación y diálogo entre todos los participantes del proceso. El diálogo es necesario porque torna la evaluación más clarificadora, y aumenta su utilidad. A través del entendimiento entre los actores será necesario determinar los límites del trabajo de evaluación, las necesidades a las que se pretenden responder y la difusión que se va a dar a la información.
Se valora el diálogo no como un recurso instrumental más, sino como un aspecto esencial de cualquier proyecto educativo que se precie, pues la educación la concebimos como una experiencia de liberación humana que normalmente puede desarrollarse a través del diálogo crítico entre educador y educando. La comunicación entre profesores y alumnos debe permitir pactar los distintos puntos de vista y llegar al acuerdo y la concertación como nuevos procedimientos de regulación de la tarea educativa y particularmente de la evaluación.
Las decisiones educativas se toman sobre la base de unos juicios y estos, a su vez, se emiten a partir de una información que, en este modelo, debe ser compartida por medio de un diálogo natural.
Desde nuestro punto de vista, es más importante cómo aprende el niño o el adolescente que lo que aprende. En su planteamiento formativo, la evaluación es usada para apoyar o reforzar el desarrollo continuado de un programa o persona con el fin de provocar la reorientación personal y libre de la conducta de cada uno. En este caso, el alumno dialoga y se manifiesta porque se sabe aceptado para mejorar.

Florentino Blázquez Entonado
Profesor Emérito. Coordinador del Programa de Mayores de la Universidad de Extremadura
 
 
Edição Digital - (Clicar e ler)
 
 
 
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